Como corolario a mi teoría de la prostitución, podría definir que "lo sagrado" es aquello que no sometemos a esa regla del intercambio, a veces por orgullo, otras por lástima, en ocasiones simplemente porque no. Es lo que me permitió entender que no me sentiría del todo cómodo siendo periodista o escritor profesional, me refiero a vivir de lo que escribo. Si, dicen, lo mejor que te puede pasar en la vida es vivir de lo que te gusta. Vivir implica gastar dinero (la mayoría de las veces, obviamente, si me radico en alguna aldea de Gaia, no, pero hasta en El Bolsón necesitás guita). Gastarlo implica procurárselo. Y ahí es donde entra, nuevamente, el tema del intercambio/prostitución. Si hay algo que me parecería sacrílego sería tener que escribir o torcer una línea editorial por si se enoja el directorio, los anunciantes, o quién sea que financie una industria editorial o periodística. Las cosas están planteadas para cagarte de hambre si querés vivir dignamente de tu pluma o de tu ojo observador (a menos que tengas mucha, pero mucha guita y seas tu propio mecenas). Ergo, desconfío bastante de periodistas y escritores que viven de su profesión y dicen que aman hacer eso. Sospecho que no saben hacer otra cosa que escribir y no les molesta prostituir la pluma. Para mi, la pluma, las imágenes que capta el ojo, esas frases únicas, son demasiado sagradas como para tener que vivir de lo que escribo y no poder publicarlas por los compromisos asumidos...prefiero prostituir mi tiempo y mi capacidad análitica financiera o algo así que dicen que tengo...por ahora...