Mi hermana ya estaba de culo con ese trámite, con lo cual tuve que aplicar la lógica que balancea la ecuación orgullo/necesidad de concluir el trámite. Ergo, fui a buscar a su laburo lo que necesitaba para ese puto trámite, porque no era capaz de acercármelo ella.
Mi hermana labura en Amia, la mutual que hace más de 10 años voló por los aires por acción del terrorismo iraní según dicen las pistas más firmes, pendiente de justicia, por inacción de los dirigentes y políticos transeros y corruptos.
Pensé que lo mínimo que tendría que pasar para ingresar al búnker era un análisis de retina, pero se ve que mi cara de pletzalej alcanza y sobre para descartarme como peligro. Puertas con combinaciones, muchos guardias de seguridad (bitajón, para los que están en tema) y yo así y todo no podía dejar de sentirme incómodo y vulnerable allí dentro.
Si yo me sentí así después de tanto tiempo de aquel nefasto suceso...pienso lo dificil que debe ser subirse a un tren en Atocha (pese a que este año lo hice) o tomarse un subte en Londres sin pensar por un segundo que...no...mejor no pensar y salir rápido...