Hasta que llegue el telegrama

Este blog funcionará hasta que llegue el telegrama de renuncia o despido...

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Thursday, January 11, 2007

Una de las condiciones fundamentales para poder convivir fue incorporar una puerta de hierro (literalmente) que divida el sector living+cocina de la parte dormitorio+estudio+baños. El fundamento: evitar que los gatos accedan a las partes sensibles de la casa donde dejen pelos, algo que a Chérie la pone loca.
Como los gatos tienen afición por el cuero sintético y el sillón es una clara invitación a afilarse las uñas, mientras no estemos o durante la noche, los gatos se encierran en la cocina, que es bastante más amplia de la que tenían antes. La cocina da a un balcón al que a su vez se accede desde el living. Balcón que tiene una caída de 16 pisos, que evito que los gatos visiten solitos.
La primera noche me percaté de que los muy hijos de puta habían aprendido a abrir la puerta de la cocina que da al living. Yo sabía que los siameses podían desarrollar este talento, pero en 4 años jamás había visto algo así de parte de Timo (de quién sospecho principalmente).
Así que la puerta que da a la cocina se cierra con llave.
Hoy a la mañana, cuando me asomo por encima de la puerta de hierro, no me llamó la atención su presencia. Imaginé que Chérie se había encargado de abrirles la puerta para que boludeen un rato por el living antes de volver a encerrarlos para ir a laburar.

- no les cerraste la puerta con llave y salieron
- boluda, cerré con llave. no les abriste vos?
- no, te olvidaste de cerrar con llave la cocina
- te digo que no, pero puede ser

Al verificar el estado de la puerta, efectivamente estaba con llave. Los velociraptors felinos habían abierto la puerta que daba al balcón y entrado al living por la ventana abierta. Lo raro es que la puerta de la cocina al balcón estaba cerrada, pero el misterio no podía resolverse de otra forma. Los zarpados estuvieron en el balcón de la muerte solitos (demostrando que podían hacerlo sin problema ni tutela) y se mandaron al living. Lo sorprendente fue que pudiendo abrir la puerta de hierro vaivén y llegar hasta el dormitorio para dormir con nosotros (lo cual habría desencadenado la expulsión del hogar) se quedaron piolas, en el living. Sin romper nada.
People change. So do cats.

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