Si hay algo que me hace saltar la térmica es cuando los medios inventan categorías y abusan de ellas. Sobre todo, cuando quieren acomodar la realidad a su discurso.
Ya hablé del término "drogas", pero si hay uno que me altera y me da ataques de caspa es "Los economistas".
"Los economistas" se presenta como un colectivo imaginario. En general, se los presenta como gente que puede predecir cosas como el valor del dólar o la baja de la bolsa.
Obvio, "los economistas" siempre aparecen cuando hay medidas nuevas o cifras que reflejan el éxito o el fracaso de una serie de políticas cuando no del modelo entero.
Y se los introduce diciendo "los economistas piensan que". Como si pudieras poner en la misma bolsa de gatos anfetaminizados a tipos que sostienen que el Estado no tiene que meterse en nada y dejar que un par de privados hagan los mejores negocios junto con los que piensan que hay que abolir la propiedad privada y no pagar la deuda externa (si, hay economistas que piensan eso, no se asusten, no es exclusivo de piqueteros).
Todo parte obvio, de una pereza editorial, o de cierta intencionalidad de unificar categorías como para que todo dé lo mismo y lo que se pueda hacer sea "lo único, lo inevitable, lo que funciona en Chile o en China". Habiendo pasado 6 años (de)formándome en la disciplina, convenciéndome de que "los mercados" son pura ficción y que "el socialismo" es impracticable, no dejo de creer que en el medio hay al menos una docena de formas de organizar una sociedad, que el sistema de precios tiene unas cuantas virtudes para transmitir información y que las buenas intenciones y los negocios rara vez van juntos. Y que hablar de "los economistas" no tiene sentido, que ya es hora de hacerse cargo de "las recetas" y "los modelos" de cada uno...