Mi organismo funciona de manera tal que si estoy deshidratándome o apoyado sobre un brazo hasta el punto de cortarle la circulación, mis sueños derivan en pesadillas.
El sueño de ayer lo retomo desde donde recuerdo. Camino por una calle cualquiera, parece una ciudad costera, aunque no hay nada que lo indique. La veo a Ana, una chica de la que me había enamorado hasta el brote psicótico en el 2001, el año en el que había empezado con las clases de teatro. Ana está caminando completamente desnuda, al menos desnuda como se la debe imaginar mi subconsciente porque nunca hubo más que unos besos amargos. Viene caminando hacia mi, trato de saludarla con un beso en la mejilla como si nada y me dice que ahora no puede.
Plano siguiente del sueño, estoy con mi hermana en algo así como el murallón de una fortaleza donde pegan las olas de un mar. Creo que sacamos unas fotos y tratamos de salir caminando por la base de la muralla, esquivandolas olas que se hacen cada vez más fuertes.
Nos encontramos con un turista que no recuerdo si nos hablaba en portugués o hebreo (a lo mejor portugués, el residuo de memoria que me quedó de la pareja de brasileros que ayer me preguntó cómo llegar a la flor de Metal de Alcorta). Me pregunta algo, le habló en una mezcla de idiomas que incluye francés (es increíble, puedo hablar otro idioma en sueños). Lo acompañamos hasta una playa o rambla, no recuerdo bien, con 2 reposeras. Se acuesta en una y me pide que le saque una foto. Al enfocar, en una reposera está el turista y en la otra, inexplicablemente, mi viejo, que falleció el año pasado. Convencido de que se trata de una ilusión, voy corriendo y me tiro encima de la reposera, con la esperanza de atravesarlo y que entonces se desvanezca. Para mi sorpresa, es sólido. Quedo encima suyo, y su aspecto es el de antes de la enfermedad, panzón, buen semblante. No me habla. Grito en el sueño y me despierto. Mi novia me pasa un brazo y me dice "ya pasó"...

La próxima vez que lo vea, prometo ser más civilizado y tratar de hablarle a ver qué me dice. Cuando el padre de mi primera novia falleció, ella solía contarme sueños en los que se le aparecía y le contaba que estaba bien. Es conocida la versión de los sueños como el lugar donde nos visitan nuestros antepasados. Por otra parte, según algunas escuelas del psicoanálisis son mensajes de nuestro subconsciente, que se desata.

Si se trata del primer caso, quisiera saber cómo está, si aprendió algo de todo lo que le pasó, si de una vez por todas pudo estar en paz conmigo, cosa que dudo. La ley del karma igual se ocupa de resolver esos temas.
Ahora, si se trata del subconsciente...sería bueno también saber qué registros tengo que puedan, reacciones electroquímicas mediante, hacer hablar a mi padre en mi cabeza.