Hasta que llegue el telegrama

Este blog funcionará hasta que llegue el telegrama de renuncia o despido...

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Wednesday, November 01, 2006

Tenía una deuda con el blog. El viernes cumplió 1 año.
El tiempo no necesita de ciertas arbitrariedades como un calendario para medir lo terrible e irrefutable de su naturaleza: pasar.
No es que no haya conmemorado el año por eso con algún post, sino que la resaca por la fiesta del jueves hizo que el viernes se me pasara por alto y la verdad es que lunes y martes no me dio por escribir sobre el año que pasó.
Hoy, que estoy de buen humor, puedo escribir en otro tono sobre Hasta que Llegue el Telegrama.
Empecé este blog muy seguro de que duraría un par de meses, 3, a lo sumo 5. Cuando pasó más tiempo del que esperaba y la salida se hacía cada vez más difusa pero no por ello incierta, una mezcla de ansiedad y desesperación se apoderaban de la pluma o el teclado, whatever, y sentía que no podía más. No hay peor tiranía que querer que pase el tiempo. El tiempo es lo único que tenemos como crédito en esta vida. Es lo único que nos regalan y con él hacemos una mezcla de lo que podemos, lo que nos dejan, lo que nos obligan y lo que queremos. El resto, aún la más cuantiosa de las herencias, necesitan un esfuerzo importante para mantener, cuidar, ampliar y hasta gastar. El tiempo no. El tiempo no se almacena, se gasta a velocidad constante, velocidad crucero mecedora, que por momentos podemos romper con algún hito o algún mojón en el kilometraje del calendario o de nuestra línea de tiempo (en mi caso, la muerte de mi viejo).
Es por eso que me parece triste la necesidad de que pase el tiempo. De querer que sean las 18 a las 14.30, que sea viernes un lunes, diciembre un julio, 2007 un 2005, en fin, de no querer que sea hoy, ahora.
Escribir durante todo este tiempo fue una terapia para hacer que hoy sea más llevadero. Me permitió sacar cosas de adentro, algunas veces ordenarlas. Me linkeo a otros que pasaban y leían, fue una plataforma de partida para leer a otros y escribir y debatir, reflexionar o limarla, reirse tipeando carcajadas. Fue una forma de rebelarme contra un hoy asfixiante que nutría y cebaba lo peor de mí que a su vez es materia prima para la pluma como pocos estímulos.
Pasó un año desde que abrí el blog y todavía quedan meses. Lo sé. Como sé también que en algún momento llegará el telegrama y el tiempo, MI tiempo, comenzará a medirse con otros relojes, otros parámetros.
Salud.

7 Comments:

Anonymous Anonymous said...

brindo por que esa fecha llegue.
salud amigo.

6:54 AM  
Blogger Niño Barroco said...

Que llegue cuando tenga que llegar, Aito, pero que llegue...

Soyez Bienvenu, Maese Frank.

Sus desapruebos me tienen sin cuidado, cada uno se angustia con lo que puede, usted sabe...

No obstante, celebro despertar un mínimo interés con mi arte.
Y celebro otra vez que encuentre buenos pastos por acá.
Pase cuando quiera, traiga bueyes y machos cabríos si hacen falta.
Anton Szandor La Vey es tan Papa como Benedicto XVI. Los agitadores del dios del bien me generan lo mismo que los agitadores del dios del mal: la necesidad de integrarlos y sacar algo en limpio...

Pasese por www.podcaster.cl/vanitas allí hay más pasto, pero del que se escucha...

7:31 AM  
Blogger Jack Celliers said...

Salud, tovaritch!!

A ver si me convida con algun vinito allá eh? Digo yo... total cualquier excusa es buena para hacerse invitar.

El blog se acaba, la vida no. Bueno, la vida también, pero algo sigue. Bueno, al final eso que sigue también se para, pero sigue otra cosa.

Sigue, sigue... sigue...

7:12 PM  
Blogger Niño Barroco said...

Si, su visita amerita un vino, mi estimado. Déjeme buscar un lugar en donde un marxista incorregible y un marxista corregido puedan mimetizarse cómodamente y en cuanto esté por acá, chifle.

El blog seguirá por un tiempo y se terminará en algún momento, como todo, otro le seguirá o no, ya veremos.

4:53 AM  
Blogger ]v[arucuturu said...

No hay peor tiranía que querer que pase el tiempo. El tiempo es lo único que tenemos como crédito en esta vida. Es lo único que nos regalan y con él hacemos una mezcla de lo que podemos, lo que nos dejan, lo que nos obligan y lo que queremos. El resto, aún la más cuantiosa de las herencias, necesitan un esfuerzo importante para mantener, cuidar, ampliar y hasta gastar. El tiempo no. El tiempo no se almacena, se gasta a velocidad constante, velocidad crucero mecedora, que por momentos podemos romper con algún hito o algún mojón en el kilometraje del calendario o de nuestra línea de tiempo.


Esa parte, ese fragmento, embebido y entrelazado dentro de todo lo demás, es lo que me guardo. Me dejás?

Romper el silencio de lectora agazapada es tan encanante... Igual, felicitaciones por su arte. Me gusta mucho su blog.

Saludos.

7:33 AM  
Blogger Niño Barroco said...

Todo suyo el fragmento, Marucuturu.
bienvenida y gracias por salir del anonimato...
Yo de puro paranoico sospecho que nunca estoy solo, pero siempre es bueno confirmarlo...

9:15 AM  
Blogger Ramona said...

Me gustó mucho su entrada. Me gustó mucho lo del tiempo. Me gustó mucho el saber que hay otros que entienden que el tiempo no debe medirse, no debe almacenarse, pero sobre todo no debe regir el hoy ni el mañana, no debe estar tan presente como una cuenta pendiente. Me gustó saber que aún así y a pesar de que otros entienden esto, esos otros tampoco hacen nada ni pueden hacer nada, para que el tiempo no influya en el hoy ni en el mañana. Me gustó saber que quizás la clave le llegue algún día por telegrama, Niño Barroco, así quizás ese día nos pueda contar a todos como hacer para que el tiempo no nos corra...y nosotros poder correr al tiempo quizás.

Por eso sigo leyendo su blog. Quizás me tire alguna pista cuando lo descubra. Quizás alguien lo ponga en algún comment. Quizas me de cuenta solita.

Felicitaciones por el año!

9:54 AM  

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