Anoche soñé con un viejo amigo de la infancia, un sueño demasiado raro para describirlo (era como una puesta en escena de una obra de teatro épica, pero la puesta era real, no lo entendí muy bien). El caso es que me acordé cuando volví a verlo a este amigo, en el funeral de mi viejo. Se había hecho judío ortodoxo, pese a que siempre había sido un laico desprendido (yo ya estaba enterado del cambio, sólo lo había visto una vez con kipá permanente, pero nunca habíamos hablado desde que nos habíamos dejado de ver).
Recuerdo que cuando me hizo el clásico comentario de funeral "Cualquier cosa que necesites, decime", estuve a punto de responderle "Si, necesito saber porqué mierda te hiciste religioso".